Fin de semana en Estambul:

Nuestro siguiente viaje fue destino Estambul, uno de los destinos viajeros más impresionantes del mundo. Por su historia, por su cultura, por la intensidad que ofrece… Es por eso que nuestro viaje fue a este maravilloso lugar. Abarca joyas de la época bizantina y algunas de las mezquitas islámicas más grandiosas del mundo, por sus calles se palpa la mezcla de culturas que, a lo largo de los siglos, ha forjado su identidad y fisionomía.

La ciudad se extiende a ambos lados del Estrecho del Bósforo, tiene mucho que dar y es una de las ciudades que nunca defraudan. Comenzamos nuestro turismo entrando en la basílica convertida en mezquita de Santa Sofía, una de las más bonitas del mundo; admiramos cada lugar de esta preciosa basílica.

A continuación, fuimos a la Mezquita Azul, en la cuál nos tuvimos que descalzar para entrar, y admiramos con asombro los 20000 azulejos de color azul de la cúpula. En esta mezquita solo se puede entrar cuando no se está haciendo culto y las mujeres teníamos que ponernos un pañuelo en la cabeza el cuál ceden a la entrada.

La mezquita nos dejo boquiabiertas por la gran complejidad que tienen los azulejos al haber sido colocados.

Después de la maravillosa visita a la Mezquita Azul y estar asombradas por la belleza de esta ciudad nos dirigimos al enorme Palacio Topkapi, centro de Imperio Otomano y con unas magníficas vistas al Bósforo; nos quedamos asombradísimas al ver este maravilloso edificio hecho con todo lujo de detalles en cuanto a los azulejos y en cada decorado.

Subimos a la Torre Gálata disfrutando de sus preciosas vistas, una de las mejores en Estambul.

Durante todo este viaje nos alojamos en Sultanahmet donde os podemos recomedar un pequeño hostal que está justo detrás de la Mezquita Azul. Se trata del Hotel Hippodrome. Tiene unos precios muy ajustados y unas instalaciones bastante buenas. Además, cuenta con desayuno incluido, baño privado y aire acondicionado, no se puede pedir más.
Sin duda ¡FUE UN VIAJE MUY EMOCIONANTE!